En los últimos meses estuve explorando y probando distintas metodologías de trabajo para organizar mis proyectos como desarrollador. Como muchos, al principio empecé usando múltiples herramientas dispersas: una app para tareas, otra para notas, otra para calendarios, alguna para seguimiento de progreso, y otra más para documentación. Pero con el tiempo me di cuenta de que eso me generaba más fricción que productividad.
Este es un resumen de mi recorrido, las metodologías que probé, lo que aprendí de cada una, y cómo llegué a construir un sistema más simple y centralizado para gestionar mi trabajo.
¿Qué metodologías probé?
🌀 SCRUM
Scrum es una metodología ágil orientada a equipos, donde el trabajo se divide en ciclos llamados sprints (generalmente de 1 a 4 semanas). Cada sprint tiene objetivos definidos y un backlog priorizado. Incluye roles como el Scrum Master, reuniones diarias (stand-ups), retrospectivas, y revisiones al final del sprint.
¿Qué aprendí?
Me gustó la idea de trabajar por ciclos con objetivos claros. Sin embargo, Scrum está más pensado para equipos, y como trabajo de forma independiente o en proyectos chicos, no siempre se adapta bien a mis necesidades.
📋 KANBAN
Kanban es un sistema visual para gestionar tareas usando un tablero dividido en columnas como: “Por hacer”, “En proceso”, y “Hecho”. Es flexible, no requiere sprints ni roles específicos, y permite visualizar el flujo de trabajo fácilmente.
¿Qué aprendí?
Fue la metodología que mejor se adaptó a mi estilo. Poder ver el avance de mis tareas de forma clara me ayudó a priorizar y mantener el foco sin sobrecargarme. Además, la implementación es sencilla.
📅 Diagrama de Gantt
El diagrama de Gantt permite planificar tareas en el tiempo, viendo cuánto dura cada actividad y cómo se relaciona con las demás. Es muy útil para proyectos con muchas dependencias y fechas clave.
¿Qué aprendí?
Me sirvió para visualizar el panorama completo de un proyecto, sobre todo cuando tengo varias etapas encadenadas. Pero para el día a día lo sentí algo rígido. Lo uso en fases de planificación, pero no para seguimiento diario.
El problema de las herramientas dispersas
Durante mucho tiempo probé usar:
- Trello como tablero colaborativo,
- Google Keep para notas,
- Notion para ambas,
- Google Calendar para eventos,
- Drive o Notion para documentación,
- Jira para scrum y tablero colaborativo,
- GitHub solo para código…
Este enfoque tiene una gran desventaja: la fragmentación. Terminás teniendo la info por todos lados, perdiendo tiempo buscando dónde estaba cada cosa, duplicando tareas, o directamente olvidando ideas. No había una visión clara y unificada de cada proyecto.
La solución: centralizar y simplificar
Después de mucho probar, tomé la decisión de centralizar casi todo mi flujo de trabajo en GitHub. ¿Cómo lo hago?
- ✅ Uso los Projects de GitHub con tableros Kanban para organizar mis tareas.
- 📁 Cada proyecto tiene su propio repositorio con documentación en el README o en archivos Markdown dentro del repo.
- 📝 Uso Google Docs solo para escribir documentos largos o colaborativos (como planes, acuerdos, etc.).
- 📅 Llevo un calendario de bloques de trabajo para enfocar mis tareas en tiempos definidos, como “bloques de 1 o 2 horas” según la complejidad.
- 📓 Para cosas rápidas o ideas, uso los Issues o los Projects como notas temporales.
Trabajar por bloques de tiempo
Una parte clave de mi organización actual es definir bloques de trabajo. En lugar de listas infinitas, me enfoco en:
- Establecer objetivos concretos por día.
- Trabajar en sesiones de tiempo controlado (como técnica Pomodoro o bloques de 90 minutos).
- Evitar multitasking y mantener el foco.
Esto me permite tener claridad mental, avanzar más y evitar el desgaste que trae el desorden.
Conclusión
No existe una metodología perfecta, y cada una tiene algo valioso para aportar. Lo importante es adaptarlas a tu forma de trabajar y no quedar preso de las herramientas. Para mí, la clave fue:
- Visualizar el trabajo con Kanban.
- Planificar grandes tareas con Gantt cuando es necesario.
- Reducir el caos de herramientas dispersas.
- Enfocar el tiempo en bloques productivos.
- Y sobre todo, mantener todo lo más simple y centralizado posible.
Si estás en la búsqueda de un sistema de trabajo más organizado, te animo a que pruebes, mezcles, adaptes… y sobre todo, que escuches lo que realmente te funciona.